El pájaro
Encarnadas luces en mis ojos
ojos negros estos en lo negro
luces que hacen parecer que brinco
otra vez
mi sorda tristeza esconden.
Descompuestos relojes en el pecho su
propio réquiem bailan mis zapatos.
Ruido de compás deshabitado
descoyuntado vacío este en el fondo del alma.
Mi vena es una aguja
de la vena a los oídos. Este ir sin venir
este sombrero.
My saxophone is dead.
My saxophone is the end of the world.
Cóncavo metal este que usurpa mis pulmones.
J.D.
Sobre mi porsche voy
fumando la ausencia y cabalgando
un cigarrillo.
Caminar en la cuerda floja
si la cuerda es difícil debe
llevar a algún lugar.
El sol teje la tarde
inadvertido
me convierte en el fantasma
de la muerte.
Hundo mi pie en el acelerador
mi voz en la garganta.
Entero hundo mi cuerpo
en la chaqueta de cuero
y en un verso de Lord Byron.
Sobre la cuarenta y uno voy
y la cuerda floja parece terminarse
al este del paraíso.
Enrique Carlos nació en Guadalajara, Jalisco, en 1988. Estudió literatura en la Sociedad General de Escritores de México. Becario del PECDA, de la Secretaría de Cultura de Jalisco, 06-07. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven –Guillermo López Muñoz– 2014. Autor de Crisantemo cielo (CONACULTA 2007) y El show de los muertos (IMPRONTA 2015). Fundador de Naranjito Blues, donde grabó cinco placas discográficas (07-12). Actualmente dirige Sombrario Ediciones.
junio 4, AM at 12:43 am
SOY IGNORANTE EN LITERATURA.
PERO ALGO OS DIGO
LA POESIA, OH, LA POESIA
ES FUERTE, HERMOSA Y GENTIL
DEPENDE COMO LA UTILICEIS,
PUEDE UNIR CORAZONES PERO
TAMBIEN COMENZAR UNA GUERRA, PERO ES POESIA!!!