Desde mi ventana, el celeste infinito
y a lo lejos,
sobre el espejo del cielo
la blanca espuma escolta
desplazándose lentamente
una mole, nunca un barco de los que tenemos recuerdo,
dispuesta a entregar su cargamento
en el puerto.
Sobre los techos,
planea una golondrina, errática
luego, ya decidida aterriza sobre un olmo
para coger las semillas que guardó para ella,
el otoño.
Sonrojadas bellas esponjan en el cielo
despiden al sol que sangra sobre las olas.
Quietud del oleaje, anochece
blancas navegantes duermen
sobre la serena superficie.
Alicia Aguirre Bustamante vive en Valparaíso, Chile.
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